El alto precio de ser un Montaner
El joven de 28 años se inició en la música a los 7, en el Conservatorio de Música de Maracaibo. [Foto: Carlos Castro / EPASA ]
El joven de 28 años se inició en la música a los 7, en el Conservatorio de Música de Maracaibo.Juan Bosco Ureña B. 
PANAMA AMERICA
SER un cantante tiene múltiples exigencias, que se acentúan si eres hijo de un grande de la música. Esta verdad la vive en carne propia Héctor Montaner, ya que con la historia de su padre -Ricardo-, cada vez que sube al escenario tiene que "cantar de verdad".
"El público me exige el doble que a los demás por ser un Montaner y yo me exijo el triple. Este es un precio que estaba dispuesto a pagar desde que inicié", confiesa el cantante de 28 años.
Héctor se presentó anoche en el Concierto de Gala de Casa Esperanza. Antes de la presentación, dedicó 22 minutos de su tiempo para charlar con Panamá América y confesar algunos de su planes y sueños.
Llegó directo de Argentina, luego de mes y medio de promoción, y hoy partirá a Puerto Rico para "darle voz y cara a su nuevo disco", como él mismo indica.
Este álbum se titula "Apariencias", y de acuerdo con el cantautor es en honor a las personas que "compran el amor con amor". "La sociedad y modernidad ha hecho que algunos piensen que para enamorar a alguien tienen que comprarle regalos. El amor no es algo material, es espiritual", dice el venezolano.
El disco incluye 10 temas, de los cuales 9 son de su autoría y uno del mexicano Kike Campos. El tema "Te Llevas Toda Mi Vida" fue producido por los panameños Ricardo y Alberto Gaitán. "Trabajar con los Gaitanes fue lo mejor que me pudo suceder durante la creación del disco, ya que entablamos una amistad muy especial", confiesa el músico.
Héctor está "felizmente casado". "Para mí, Paola -su cónyuge- es mi mayor inspiración y cuando Dios nos lo permita traeremos al mundo un bebé", dice.
Este es el segundo disco de Montaner. El primero se tituló "Amor del Bueno", con el que obtuvo "excelentes resultados en ventas", en los países donde se distribuyó.
Dentro de tres meses empezará a trabajar en la producción del tercero.
Para este venezolano, cantar para una noble causa -como lo es la obra que desarrolla Casa Esperanza- es muy satisfactorio, ya que él y su familia tienen una organización altruista. "Desde hace varios años, llevamos adelante la Fundación La Ventana de los Cielos, con la que ayudamos a los niños con autismo y down", destaca Montaner.
Trabajar día a día por esta fundación ha fortalecido los lazos de amor con toda su familia. "Para mí, es muy importante la relación que llevo con ellos, ya que la familia es el centro del éxito de toda persona", dice.
Al culminar, indicó que pase lo que pase hay que defender esta institución de la desintegración. "Esto se logra fomentando el diálogo constantemente", añade.
Jueves 4 de octubre de 2007
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